Es
una herramienta absolutamente sencilla y de gran utilidad, para
organizar la estructura narrativa, básicamente. En nuestro caso,
vamos a plantear uso acotado a las necesidades de cátedra,
aprovechando las posibilidades que ofrece.
Como
presentación, basta con decir que se trata de:
- listado de secuencias, en caso de los largometrajes.
O
bien:
- Listado de escenas, para cortometrajes.
Teniendo en cuenta lo que estamos trabajando hasta la fecha en las comisiones, cuando nuestros grupos no cuentan todavía (en su mayoría) con guión literario ni tampoco con historias bien resueltas, se puede sugerir disponer de la escaleta como síntesis y ordenador a un mismo tiempo.
Algunos caminos a tomar, para apropiarse de la herramienta podrían ser:
- Organizar la historia, en la cronología que tiene (es decir, estructura dramática), para dejar abierta la posibilidad de modificar el orden en que será contada / mostradaà según la jerga de algunos alumnos- (estructura narrativa) desde el tejido audiovisual, según mejor represente intenciones estético-realizativas de cada grupo.
- Señalar los momentos importantes de la historia, casi como si fuesen núcleos narrativos básicos -según definición de Vanoye-. Mojones, para el conductor en ruta.
En
este punto, podemos resaltar que uno de los modos que tenemos de
chequear cuáles son verdaderos núcleos centrales del relato y
cuáles son de menor intensidad (por armar dos categorías
rudimentarias), es retirar núcleos y ver qué ocurre con la
historia, si se mantiene como la queremos. Es bien probable que
retirando núcleos narrativos básicos, la historia se vea
modificada, porque serían casi como una especie de esqueleto, base
para sustentar la totalidad.
- Al tratarse de un producto breve, armar estructura dramática podría resultar complicado; sin embargo está bien trabajar para lograr un (o varios) momento (s) de mayor tensión, en lo que se está contando. Casi como pensar en la progresión dramática, permitiendo que el relato tenga su propia evolución y no resulte un embole, un puro meseta.
Formato escaletaà algunas sugerencias para trabajar -
Título
de cada escena, tal como en guión literario:
ESC.1
– INT- BAÑO PUBLICO – DIA (x ej.)
Breve
referencia
acerca
de qué ocurre.
Escritura
mínima, nuclear (1 renglón por escena, aprox.) y SI FUESE POSIBLE,
adjudicar objetivo dramático, es decir ¿para qué
ponemos esa escena? ¿Qué función cumple en la narración?
El
objetivo dramático no requiere más de una línea, para cada
escena; ayuda a revisar reiteraciones u omisiones. Si lo que se busca
narrar no está claro en escaleta, podríamos decir que la historia y
su estilo no están dando buen resultado, no están haciendo la mejor
conjunción.
Si
esto ocurre, barajar y dar de nuevo (tomando cada escena como si
fuera un naipe).
Justamente,
es esta especie de elasticidad para revisar y re-elaborar lo que
permite pensar a la escaleta como verdadera herramienta. Lejos de ser
un ancla que hunde a los grupos en sus proyectos, les permite volar,
reorganizar, crear.
En
escaleta, prescindimos de cualquier información de carácter
técnico (propiedad del g. técnico, en s. board), no por ser
estructurados en nuestro planteo, sino más bien para no embarrar la
cancha.
Sí
puede resultar de interés tener presente que, dada la concentración
que se trabaja en un corto, muy ligada a su duración, en muchos
casos un solo plano construye la escena.
La
escaleta no incluye diálogos, ni referencia a los mismos.
Para
trabajar en el área de narración puramente dicha, hay varios
aspectos más para aprovechar y tener en cuenta. En el marco de lo
requerido por nuestra cátedra, creo que hasta aquí estaríamos
bien.